Esplendor dorado

Un pabellón para el "esplendor dorado"

Épocas doradas en Münster, Westfalia: en una destacada ubicación en la plaza céntrica de la Catedral, un pabellón revestido con un material metálico dorado llama la atención por su diseño y su funcionalidad, pero también porque allí tendrá lugar un particular evento. Hasta el 28 de mayo de 2012, el museo regional LWL de Arte e Historia del Arte presenta en cooperación con el Obispado de Münster y la Universidad Wilhelms-Universität la exposición "Esplendor dorado – arte de tesoros medievales en Westfalia", la primera recopilación compleja y polifacética de obras relativas a ese tema. El pabellón transitorio es un contrapunto moderno en el centro histórico de la ciudad, sirviendo como elemento de enlace entre los lugares de la exposición, el museo y el tesoro de la catedral. Su función como "taller animado", como centro para la facilitación de arte en el marco de la pedagogía del museo en los talleres organizados paralelamente a la exposición, es cumplida plenamente por el pabellón. Es una lástima que en junio vaya a ser desarmado nuevamente.

El proyecto

Un pabellón temporario como elemento de comunicación para un evento de arte es algo conocido en Münster. Ya hace cinco años, la oficina modulorbeat creó una obra tipológicamente similar para la muestra skulptur projekte 2007, asimismo muy cerca del Museo del Land. Y también este pabellón despierta la atención no sólo por su extraordinario diseño formal: la aleación de cobre empleada para ambos proyectos permitió soluciones metálicas interesantes para las fachadas, sumamente innovadoras desde el punto óptico, armonizando por supuesto en forma ideal con el tema actual del proyecto.

El pabellón para el "Esplendor dorado" es resultado de un trabajo colectivo de la msa (Münster School of Architecture) y de la oficina modulorbeat. Bajo la dirección de los arquitectos Marc Günnewig y Jan Kampshoff, un equipo de - al principio - 33 estudiantes desarrolló diversos borradores para el objeto a proyectar. Finalmente un jurado optó por la "solución dorada": un edificio en forma de estrella, que se parece desde arriba a una cruz con empinadas verticales, revestidas en toda la superficie exterior con aleación dorada de cobre, salvo los frentes. Ambas caras frontales de un eje visual son rematadas con cristales. Las caras frontales del segundo eje acogen, a favor de un cancel de un lado y una loggia, del otro, una puerta de entrada desplazada hacia adentro, orientada hacia la plaza de la catedral y, del otro lado, la puerta de fuga. Así es como el pabellón se presenta hacia el exterior como cuerpo constructivo emocionante que invita a la curiosidad, homogéneo también por su claro lenguaje de materiales.

Para el aspecto individual de la fachada dorada, que recuerda un fuelle, fue necesaria una solución de fabricación muy especial, llevada a la práctica por una empresa especializada en soluciones de transformación de metales para arquitectura y diseño. Debido al desarrollo en la empresa de una técnica especial, el perfil ondulado irregular exigido por los arquitectos pudo ser fabricado sin problema alguno, rápidamente y en forma económica.

Mirando por los frentes acristalados hacia el interior se aprecia la continuación del diseño recto y sencillo, resultando muy natural y consecuente. La construcción portante de madera maciza y madera de tablas contrachapadas queda expuesta; el suelo, los techos y las paredes se presentan en forma homogénea con superficies claras de madera, al igual que las ocho mesas de labores, montadas según los propios diseños de Marc Günnewig por los participantes en el proyecto. Cada una de las mesas ofrece puestos de trabajo para cuatro personas, estando equipadas con las herramientas de trabajo más importantes y un alumbrado individual. En franco contraste con las superficies claras de madera se encuentran los elementos de equipamiento de color negro. Los elementos superpuestos de mesa no sólo armonizan con las luminarias de trabajo pintadas de negro, sino que facilitan también la localización de piezas pequeñas de los metales preciosos que se transforman aquí. Unos lazos textiles negros permiten la apertura fácil de puertas de armarios y cajones; radiadores pequeños, pintados de negro garantizan la temperatura de trabajo necesaria.

Con una distribución inteligente de rincones se creó una distribución inteligente del espacio. Contra las paredes rectas y largas de los ejes de la habitación, dispuestas rectangularmente una frente a otra, las paredes opuestas más cortas fueron acodadas ligeramente hacia al exterior. Con ello surgieron usos de habitaciones con una superficie triangular. Allí se incorporaron células con armarios y cuencas de colada, integradas a ras y evitando zonas problemáticas en las área de trabajo. Una puerta corrediza maciza, suspendida de un riel rodante, permite separar completamente el taller del área de información para visitantes, situada en el área de entrada. De este modo queda garantizado un trabajo separado del público y tranquilo en los talleres y las demostraciones de elaboración.

Hasta su desmontaje en junio, el pabellón mostrará tanto en el interior como en el exterior indicios característicos del uso: en el interior, las huellas en el suelo claro de madera darán testimonio de un trabajo intensivo, mientras que en el exterior el material de la fachada, al principio de una coloración dorada clara, acusará por la oxidación natural un matiz dorado marrón. Es una lástima que tenga que ser desmontado, pero técnicamente no supondrá problema alguno: el material sostenible empleado en la fachada puede reciclarse en un 100%, pudiendo pronto ser empleado nuevamente.

La solución para la fachada

El material utilizado para la fachada del pabellón, TECU® Gold, es un producto de los expertos de cobre de KME, uno de los primeros fabricantes del mundo, líder en el desarrollo y el asesoramiento de aplicaciones de soluciones metálicas de fachadas. La aleación de cobre y aluminio, uno de muchos materiales de cobre del la marca TECU®, demostró tener ventajas singulares también en este proyecto: una superficie hermosa inconfundible, que se presta para todo tema, ofrece una resistencia excelente a la intemperie, es fácil de procesar y posee una capacidad de reciclaje total. Otros aspectos importantes de este material para fachadas son su proverbial longevidad y las ventajas económicas que ofrece.

Para el carácter ondulado de la fachada de TECU® Gold se aprovechó una solución de fabricación especial de la empresa MN Metallverarbeitung especializada en soluciones de transformación de metales para arquitectura y diseño, con sede en Neustadt (Holstein). Debido al desarrollo interno del procedimiento wellTEC®, ya patentado, la empresa se cuenta entre los pocos talleres transformadores del mundo capaces de realizar los perfiles más variados en todas las construcciones posibles de metales conforme a medidas especificadas individualmente. Así es como el perfil ondulado irregular exigido por los arquitectos pudo ser fabricado sin problema alguno según los deseos individuales que se habían formulado.

LWL-Landesmuseum für Kunst und Kulturgeschichte, Münster (D)

Planung/Realisation: modulorbeat ambitious urbanists & planners, Münster (D) in Kooperation mit Studierenden der msa | münster school of architecture
Team (Umsetzung): Marc Günnewig und Jan Kampshoff mit Hélène Bangert, Andre Becker, Rainer Borgmann, Daniel Gardeweg, Anne Gerling, Marta Hristova, Frederick Rode, Eric Sievers

Tragwerksplanung: Führer Kosch Jürges, Prof. Dr.-Ing. Thomas Jürges, Aachen (D)

Fassadenwerkstoff: TECU® Gold
Hersteller: KME Germany AG & Co. KG (D)
Fassadenprofil: wellTEC® SZ-25/50’
Metallbearbeitung: MN Metallverarbeitung Neustadt GmbH, Neustadt (D)
Verarbeitung am Bau: Schabos GmbH, Nordwalde (D)

Baumaterial: Nadelholz 40 m3; Beton 10m3
Holzbau: H.Schoster GmbH & Co. KG, Münster (D)
Fensterelemente: Niggemann GmbH + Co. KG, Münster (D)
Türelemente: Tischlerei Wieskötter GmbH & Co. KG., Senden (D)
Betonbau: Bauunternehmung Herbort, Münster, (D)