El Dandy constituye su propio ‘yo’ desde una visión exterior. Su estética, práctica, actitud, discurso, gestualidad hacen que se distinga de la masa.
Una perfecta singularidad resistente a la nobleza impuesta, una aristocracia autoexigente que elogia el placer y la soberbia. La cerámica toma su inspiración en su estilo fetichista, elegante y refinado.
Por ello, basándose en esta atractiva filosofía, la colección evoca una masculinidad sofisticada, aderezada con colores clásicos como el suave gris y el cálido beige, sin olvidarnos de la madera. Las piezas van desde el 33x100 rectificado a pavimento de 60x60 complementado con piezas de 10x20, todas ellas cargadas de esta filosofía que irradia belleza, lujo y glamour creando una atmósfera clásica actual.