Se trata de una vivienda de nueva planta, con una localización privilegiada y vistas al Estrecho de Gibraltar. Una arquitectura de andalucia sencilla de anchos muros blancos en los que se empotran cristales, que enmarcan las vistas al mar y aumentan su fuerza y belleza. Hablamos de un diseño concebido en el mismo terreno, esculpido poco a poco, con el mar, la luz natural, el jardín y el paisaje como referentes.

LOS DETALLES
Con techos altos e inclinados, el salón dota de espacialidad a la obra y permite disfrutar de la luz y la arquitectura tradicional de Andalucía, la cual, con sus muros gruesos y ventilación cruzada, favorece la existencia de una agradable temperatura en los meses de verano. En el corazón de la casa se descubre la piscina. A medio camino entre alberca y fuente, se encuentra vinculada a la vivienda a través de un muro compartido del que cae una cortina de agua, lo que hace posible disfrutar de ella desde el interior. La iluminación se hace de forma indirecta y gradual, no se emplea con una mentalidad técnica, sino para fortalecer a la arquitectura. Así, las luces se encuentran empotradas en los muros, ocultas, sin conocerse nunca su procedencia.

LOS MATERIALES
Se han combinado tres materiales naturales: madera, barro y muros encalados, todo ello con la intención de crear sugerentes contrastes y hacer un ejercicio de conciliación entre lo vernáculo y lo moderno. Además de los muros, también se ha aplicado cal en el interior de la piscina para proporcionar al agua un color muy especial.

Alejandro Giménez Architects (ARKIMIA)