Un diálogo refinado entre los espacios interiores y exteriores define este proyecto residencial en Ruan, Francia. Líneas arquitectónicas limpias y materiales táctiles crean una sensación de armonía que fluye por toda la vivienda.
En el interior, la cocina se convierte en una presencia escultórica, perfectamente integrada pero con un carácter audaz — un proyecto donde el diseño, la funcionalidad y la atmósfera hablan el mismo idioma.
En el área exterior, Maxima 2.2 adquiere una nueva dimensión. El acabado en Fresno Negro realza el entorno natural con profundidad y sofisticación, mientras que los tiradores de Aluminio Negro aportan un sutil toque gráfico. Diseñada para la vida al aire libre, esta cocina combina durabilidad con una presencia arquitectónica refinada — donde la elegancia se encuentra con lo esencial.