ARLEX fue fundada en el año 1963 con el objetivo de fabricar mobiliario para el hogar de alta calidad. En 1.984 amplía su gama de productos con el mobiliario para oficina. Uno de los valores más decisivos en los resultados de una empresa es su reputación, y ser conocidos como una empresa cuyo interés va más allá del mero capital y que crea valor, es lo que nos distingue respecto a otras que se limitan a fabricar. Esta es la visión que inspira a ARLEX en el ámbito de la política medioambiental, y por eso generó una cadena de producción sostenible que  en 2.006 obtuvo la certificación ISO 14001 conforme se respetan con rigor las normas establecidas al respecto.

En ARLEX no consideramos la marca como una etiqueta de seducción para los consumidores, sino como una seña de identidad que comunica solidez y garantía de empresa. La marca ARLEX representa una base de conocimientos técnicos y una reputación de credibilidad. Es el sello  que nos identifica  como parte de una cultura empresarial basada en un comportamiento honesto y en una operativa de conjunto que distingue las acciones de la empresa como si fueran individuales. La marca ARLEX certifica, por si misma, el deseo de completar un proyecto que vincule el valor del producto con la satisfacción del cliente. Sobre nuestra marca establecemos el punto de partida de nuestra filosofía empresarial, pero también es el estandarte con el que queremos atravesar todas las metas.
ARLEX dispone de una parcela de 35.000 m² de la que 14.000 están edificados por una planta productiva equipada con maquinaria de tecnología punta y con una gestión integral informatizada. La totalidad de los procesos de fabricación, desde la selección y preparación de materia prima hasta el embalaje final del producto, están controlados por nuestro departamento de calidad.
La calidad es la  base de todo el funcionamiento en ARLEX, estando tan interiorizada su consecución que se ha convertido en el pilar fundamental de la producción. A partir de ella se desarrollan las características y particularidades que definirán a cada uno de nuestros productos. Desde la fase de selección en el aprovisionamiento de materia prima, hasta el suministro del producto acabado a nuestros clientes, ARLEX vela por el estricto cumplimiento de las normativas de calidad vigentes, tantos las específicas de España como las generales de la Comunidad Europea.

En ARLEX creemos en el diseño y apostamos por él.
Sin la capacidad de crear formas perfectamente conjugadas con su función,  y adaptadas a unas capacidades productivas concretas, sería imposible conseguir una gama de producto final que responda adecuadamente a las demandas del mercado, dotándole de soluciones contemporáneas y elegantes. Para ello ARLEX dispone de un equipo de diseño propio, formado por profesionales altamente cualificados, que   se complementa con la colaboración de diseñadores externos. Así se plantean opiniones de distinto tipo, forjadas en unos casos desde la objetividad y en otros de carácter más introspectivo, que acaban proporcionando una perspectiva global sobre la cuestión a resolver.

Uno de los factores clave que nos permiten  perdurar desde 1964 es la aportación constante de nuevas tecnologías a nuestra estructura empresarial, entendida ésta como un conjunto global y en permanente desarrollo que abarca tanto las actividades de fabricación como las de gestión de recursos humanos, económicos, materiales o intangibles. En ARLEX, la innovación tecnológica  supone una inquietud sostenida  por la incorporación y manejo de todo tipo de herramientas  de nueva generación, así como la posibilidad de evolucionar con soluciones renovadas, tanto en el área de producción como en aspectos administrativos o  comerciales.

La innovación supone, en definitiva, el combustible para el motor de ARLEX. Sin ella se vería frenado nuestro crecimiento y limitado el camino hacia una mayor competitividad.
La  internacionalidad es uno de los aspectos clave del grupo FARAM ARLEX. Internacionalidad significa abarcar un amplio espectro geográfico, a través de la red comercial, con el fin de ser  accesibles y dar respuesta rápida a cualquier solicitud. Nuestra inquietud es  la de ampliar horizontes hasta garantizar el mismo nivel de servicio allí donde se requiera. Pero internacional no significa sólo eso: también implica utilizar un lenguaje de diseño, cosmopolita y  tecnológico, comprensible al margen de localizaciones geográficas. Un lenguaje universal y  apto para contextos culturales tan diversos que llegue a resultar camaleónico.